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FlowGuard® CPVC es compatible con métodos de potabilización de agua

Por: FlowGuard Mx Fecha: 25 de agosto de 2023

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FlowGuard® CPVC es compatible con métodos de potabilización de agua

Compatibilidad

Es natural pensar en el agua como un líquido inerte e inofensivo. Sin embargo, en los sistemas de distribución de agua es importante aplicar tratamientos que garanticen que el agua suministrada sea potable y segura para el consumo humano.

Sin importar si el punto de origen es un lago, un río, un embalse o un acuífero, el agua contiene contaminantes en forma de sólidos disueltos y bacterias y siempre, tras ser sometida a procesos de potabilización, es transportada en sistemas de tubería de agua potable.

A medida que los sistemas de agua municipal se expanden para llegar a nuevos desarrollos, el agua tratada recorre distancias más largas. En los procesos de tratamiento es necesario considerar este aumento de las distancias y el tiempo de permanencia del agua en el sistema.

Por eso, las directrices sobre productos de desinfección provocan que diferentes empresas de servicios públicos estudien y apliquen nuevos métodos de tratamiento para garantizar la calidad del agua a largo plazo.

Los métodos de desinfección del agua pueden causar corrosión o degradación en diferentes materiales de tuberías, como el polietileno (PEX), el polipropileno (PPR) y el cobre, y con todas las posibles modificaciones en los métodos de tratamiento de agua que hay en la actualidad, surge la interrogante: ¿cómo pueden los constructores asegurar la compatibilidad entre sus sistemas de plomería y el agua que fluye a través de ellos?

 

El proceso de tratamiento del agua

Para asegurar la compatibilidad es fundamental comprender el proceso de tratamiento del agua.

Los sistemas de tratamiento y potabilización de agua funcionan en varias etapas, incluidas dos fases de desinfección. En la primera fase se eliminan rápidamente las bacterias y microorganismos, generalmente utilizando cloro, aunque puede emplearse ozono o luz ultravioleta (UV).

 

El ozono y la luz UV no tienen efecto residual en la calidad del agua, y aunque el cloro sí lo tiene, se descompone con rapidez. Por eso es necesaria la segunda etapa de desinfección, que asegura que el agua sea apta para el consumo a medida que es transportada por el sistema de distribución.

Como desinfectante secundario es posible utilizar cloro, cloramina y dióxido de cloro, siempre considerando los estándares de desinfección que exigen las autoridades para el desinfectante residual en todo el sistema.

Históricamente, el cloro era el desinfectante preferido tanto para la desinfección primaria como secundaria, pero ese criterio está cambiando para dar uso a la cloramina y el dióxido de cloro, que tienen una vida útil más larga como agentes desinfectantes.

Las regulaciones sobre calidad del agua establecen límites mínimos y máximos sobre la cantidad de desinfectante que puede haber en el suministro, por lo que las empresas de servicios públicos cambian frecuentemente sus niveles y métodos de desinfección para garantizar que el consumo sea seguro.

Tales empresas deben ampliar las instalaciones de tratamiento para satisfacer mayores demandas, implementar tecnologías y hacer mantenimiento regularmente a los equipos utilizados, pero en la mayoría de los casos, estos cambios ocurren sin que haya notificaciones.

 

¿Qué procesos de potabilización de agua existen?

Entre los métodos más utilizados para potabilizar el agua que será distribuida para el consumo figuran:

  • Coagulación y floculación: un proceso en el que se agrega coagulantes químicos al agua, para que las partículas suspendidas se aglomeren en flóculos o acumulaciones de material y el filtrado posterior sea más sencillo.

  • Sedimentación: los flóculos que se aglomeran en la fase de coagulación se asientan en sedimentadores o clarificadores mediante un proceso de decantación.

  • Filtración: una vez que el agua es clarificada mediante la sedimentación, pasa a través de filtros con medios granulares como la arena, para eliminar las partículas restantes.

  • Desinfección: con compuestos como el cloro o métodos de luz ultravioleta u ozono se eliminan bacterias, virus y otros patógenos. 
  • Ajuste de pH: con sistemas de dosificación de ácidos y bases se ajusta el pH del agua para llevarlo a un rango determinado.

  • Desalinización: la destilación y la ósmosis inversa son empleados en fuentes de agua salina para eliminar la sal y los minerales disueltos.
  • Eliminación de contaminantes específicos: en algunas fuentes de agua se utilizan técnicas específicas para eliminar minerales como manganeso, hierro y arsénico.

 

¿Por qué usar FlowGuard® CPVC como material de sistemas hidráulicos?

Es relevante recordar los efectos del cloro y los tratamientos de potabilización de agua en sistemas de tuberías, en los que con el tiempo hay corrosión o degradación.

El cambio a compuestos hechos con base de cloro que tienen una vida útil más larga como desinfectantes puede resultar en condiciones de agua más agresivas cuando el líquido llega a su destino, lo que aumenta los problemas inherentes de compatibilidad.

En el caso de FlowGuard® CPVC, el compuesto es desarrollado para ofrecer una resistencia inherente a la degradación por cloro y sus derivados, gracias a la inclusión del elemento en su composición.

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Las tuberías y accesorios de FlowGuard® CPVC son compatibles con los tratamientos empleados para desinfectar y potabilizar agua, y seguirán siendo compatibles independientemente de los cambios en los procesos de tratamiento municipal.

Además de ser resistentes al cloro, las tuberías y accesorios de FlowGuard® garantizan la calidad del agua para consumo humano por su menor potencial de formación de biopelículas en comparación con las tuberías metálicas y de polietileno. Además, es un material que no presenta lixiviación (desprendimiento de sustancias). Ha sido aprobado y certificado por la NATIONAL SANITATION FOUNDATION (NSF). Estas características convierten a FlowGuard® CPVC en el compuesto ideal para la instalación de sistemas hidráulicos.

El CPVC no sólo es utilizado como material en la fabricación de tubería de agua potable y en sistemas hidráulicos residenciales o comerciales. También es empleado en sistemas contra incendio, para lo que está diseñado BlazeMaster®, o como material para instalaciones industriales, el fin de Corzan®. Para obtener más información sobre los usos y características del compuesto, o sobre dónde comprarlo, no dudes en contactarnos.

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